Elegir la motosierra adecuada representa una decisión fundamental tanto para profesionales del sector forestal como para usuarios que realizan trabajos de mantenimiento ocasional en sus propiedades. Dos marcas destacan por su trayectoria y reconocimiento en el mercado: Stihl, con su consolidada reputación alemana, y Dolmar, integrada actualmente en el grupo Makita. Ambas ofrecen equipos que combinan tecnología avanzada con robustez, aunque sus enfoques y características técnicas presentan matices que conviene analizar detalladamente. Más allá de las prestaciones técnicas, resulta imprescindible comprender la normativa de seguridad vigente y los equipos de protección individual que la legislación exige para garantizar un trabajo seguro y conforme a los estándares actuales.
Stihl vs Dolmar: Características técnicas y rendimiento
Potencia y capacidad de corte de las motosierras Stihl
Las motosierras Stihl se caracterizan por incorporar motores que destacan especialmente por su sistema de parada de seguridad y su avanzado sistema antivibracion, elementos que contribuyen significativamente a reducir la fatiga del operario durante jornadas prolongadas de trabajo. La marca alemana ha desarrollado una amplia gama que abarca desde modelos con cilindrada moderada, ideales para tareas domésticas, hasta equipos profesionales que alcanzan potencias superiores a los cinco caballos de fuerza. Los motores de dos tiempos que integran sus modelos de gasolina ofrecen una relación peso-potencia óptima, permitiendo manejar espadas de motosierra de hasta cincuenta centímetros con eficiencia notable. El diseño de sus motores de cuatro tiempos en la gama profesional proporciona mayor durabilidad y un funcionamiento más suave, aspectos que los profesionales del trabajo forestal valoran especialmente cuando enfrentan jornadas intensivas de tala y procesamiento de madera.
Rendimiento y especificaciones de las motosierras Dolmar
Por su parte, Dolmar, ahora bajo el paraguas tecnológico de Makita, ha desarrollado equipos que priorizan la eficiencia en el consumo de combustible sin sacrificar la potencia de motosierra necesaria para aplicaciones exigentes. Sus modelos integran tecnologías que reducen las emisiones contaminantes, aspecto cada vez más relevante en un contexto normativo que exige responsabilidad ambiental. La cilindrada de sus equipos profesionales se sitúa habitualmente entre los cuarenta y sesenta centímetros cúbicos, proporcionando un equilibrio razonable entre capacidad de corte y manejabilidad. El diseño ergonómico de sus mangos y la distribución del peso facilitan el control durante operaciones de precisión, mientras que el sistema de lubricación automática de la cadena de motosierra garantiza un funcionamiento óptimo incluso en condiciones de uso continuado. Los profesionales que trabajan habitualmente con especies de madera dura aprecian particularmente la respuesta del motor en situaciones que demandan aceleración inmediata y sostenimiento de revoluciones bajo carga.
Análisis comparativo de durabilidad y relación calidad-precio
Vida útil y mantenimiento de motosierras Stihl
La durabilidad de los equipos Stihl constituye uno de sus principales argumentos comerciales, respaldado por décadas de experiencia en el sector forestal profesional. La construcción de sus cilindros y pistones emplea materiales de alta resistencia que soportan el desgaste propio de operaciones intensivas sin comprometer el rendimiento a lo largo de los años. El mantenimiento de equipos Stihl resulta relativamente accesible gracias a la amplia red de distribuidores autorizados que facilitan el acceso a repuestos originales y servicios técnicos especializados. El afilado de cadena, la limpieza periódica del filtro de aire y la inspección de equipos antes de cada jornada son prácticas que, correctamente implementadas, extienden significativamente la vida útil del equipo. Los modelos profesionales suelen superar sin dificultad las mil horas de operación efectiva cuando reciben el cuidado adecuado, aunque el coste inicial de adquisición se sitúa generalmente en el segmento superior del mercado.
Resistencia y costos de las motosierras Dolmar
Dolmar ofrece una propuesta de valor que combina calidad constructiva con precios generalmente más competitivos que su competidor alemán, lo que ha consolidado su presencia en segmentos profesionales que buscan optimizar la inversión sin renunciar a prestaciones esenciales. La resistencia de sus componentes internos resulta más que suficiente para uso profesional regular, aunque algunos técnicos especializados señalan que en aplicaciones extremadamente exigentes la vida útil puede resultar ligeramente inferior frente a los modelos de gama alta de Stihl. No obstante, esta diferencia se compensa parcialmente con un coste de adquisición inicial más reducido y repuestos que suelen presentar precios más accesibles. El sistema de acceso rápido a los filtros y la cadena facilita las tareas de mantenimiento rutinario, permitiendo que incluso operarios con conocimientos técnicos básicos puedan realizar las operaciones de conservación más habituales sin recurrir constantemente a servicios especializados. La disponibilidad de piezas de recambio ha mejorado notablemente tras la integración en el grupo Makita, aprovechando su red logística global.
Normativa de seguridad vigente para el uso de motosierras

Legislación española sobre manejo de motosierras profesionales
El marco normativo español que regula el uso profesional de motosierras se fundamenta en la transposición de directivas europeas sobre seguridad laboral y prevención de riesgos laborales. La legislación establece que cualquier trabajador que emplee habitualmente estas herramientas eléctricas en el ejercicio de su actividad profesional debe acreditar formación específica que cubra tanto aspectos técnicos como protocolos de seguridad. Esta formación incluye el reconocimiento de peligros asociados al retroceso de motosierra, la identificación de situaciones de riesgo durante operaciones de tala y desramado, así como el dominio de técnicas que minimicen la exposición a riesgos evitables. Las empresas del sector forestal tienen la obligación legal de implementar procedimientos de emergencia claramente definidos y de garantizar que todos los operarios conocen y pueden aplicar correctamente las medidas de primeros auxilios ante accidentes con motosierras. El incumplimiento de estas exigencias normativas puede derivar en sanciones administrativas significativas y, en caso de accidente, en responsabilidades legales tanto para el empresario como para los mandos intermedios responsables de la supervisión.
Certificaciones y formación obligatoria para operadores
La obtención de certificaciones reconocidas constituye un requisito ineludible para desempeñar actividades profesionales relacionadas con el cuidado de árboles y trabajos forestales que impliquen el uso de motosierras. Estos programas formativos abarcan módulos teóricos sobre mecánica básica del motor de gasolina, comprendiendo tanto motores de dos tiempos como de cuatro tiempos, además de aspectos prácticos relacionados con el mantenimiento preventivo. Los operadores deben demostrar competencia en la realización de inspecciones preoperacionales que verifiquen el estado de la cadena, los pernos de fijación, el sistema de freno, el funcionamiento del mango y el correcto nivel de combustible y aceite de lubricación. La formación en seguridad incluye el entrenamiento específico sobre el uso correcto de equipos de protección individual y el reconocimiento de situaciones que puedan generar peligros eléctricos cuando se trabaja cerca de instalaciones. Las certificaciones requieren renovación periódica mediante cursos de actualización que incorporan las novedades técnicas y los cambios normativos, asegurando que los profesionales mantienen sus conocimientos alineados con los estándares vigentes en cada momento.
Equipos de Protección Individual (EPIs) obligatorios
Protección corporal indispensable para trabajar con motosierras
El conjunto de equipos de protección individual para operaciones con motosierras constituye una barrera fundamental frente a las lesiones que pueden derivarse del uso de estas herramientas de alta potencia. La protección auditiva resulta esencial para prevenir la pérdida auditiva progresiva que genera la exposición continuada al ruido intenso del motor, siendo recomendable el uso de protectores que alcancen valores de atenuación superiores a veintiocho decibelios. Las gafas de seguridad con certificación adecuada protegen los ojos de la proyección de astillas, serrín y otros fragmentos que se generan durante el proceso de corte, mientras que el casco de protección certificado debe integrar elementos que salvaguarden tanto contra impactos de ramas como contra posibles caídas de objetos desde altura. Los guantes anticorte fabricados con materiales especialmente diseñados para resistir el contacto con la cadena en movimiento representan una protección crucial para las manos, zona especialmente vulnerable durante maniobras de ajuste y manipulación del equipo. Cada componente del EPI debe cumplir con las normativas europeas específicas y ser reemplazado cuando presente signos de desgaste o daños que comprometan su capacidad protectora.
Normativa sobre casco, guantes y pantalones anticorte
Los pantalones anticorte constituyen probablemente el elemento más crítico del equipamiento de seguridad laboral para operadores de motosierras, dado que las piernas representan la zona corporal con mayor exposición al riesgo de contacto con la cadena en movimiento. La normativa establece clases de protección que van desde la cero hasta la tres, diseñadas para detener cadenas que se desplazan a velocidades de hasta dieciséis, veinte, veinticuatro y veintiocho metros por segundo respectivamente. Estos pantalones incorporan capas de fibras especiales que, al entrar en contacto con la cadena, se desenredan y bloquean el mecanismo de arrastre, deteniendo el movimiento en fracciones de segundo. Las botas de seguridad específicas para trabajos forestales deben combinar protección anticorte en la zona del empeine con suela de agarre que proporcione estabilidad en terrenos irregulares y puntera de acero que proteja contra impactos y aplastamientos. La ropa anticorte requiere cuidados específicos durante su lavado, debiendo realizarse con ciclo delicado a temperatura máxima de sesenta grados centígrados y velocidad de centrifugado no superior a cuatrocientas revoluciones por minuto, evitando completamente el uso de lejía y suavizante que podrían degradar las fibras protectoras. El período de uso recomendado para estos equipos se sitúa alrededor de año y medio para uso profesional intensivo, pudiendo extenderse hasta cinco años en casos de utilización ocasional, siempre que no presenten daños evidentes ni fatiga del material que comprometa su función protectora.
